"Mindfulness ¿Para qué?" por Paola Pérez Hume





Hola a todos los usuarios y bienvenidos a esta increíble plataforma. Hoy les agradezco el espacio para poder hablar de algo que me apasiona ya que a mí me ha transformado. 

Hace 8 años empecé con mi práctica de meditación y no la he dejado desde entonces. Mi vida se puede entender como un antes y después a partir de este día. Nunca lo dejaría, es más… ya no puedo. Puedo decir que no se cómo vivía antes sin esta gran herramienta y es por eso que en estos últimos años me he enfocado en compartir lo que a mí me ha funcionado.

Soy mamá de 3 niños Alejandro de 7 años, Victoria de 4 y Eugenia de 3. Y es por ellos que me metí a estudiar el enfoque que hace mindfulness porque es un enfoque muy aterrizado, sin afinidades religiosas (lo que lo hace abierto a personas con todo tipo de intereses) y es una metodología súper sencilla y amable para iniciar a los niños en esta práctica.


Practicar mindfulness está de moda y en muchos lugares se ofrecen pláticas o talleres de pero la gran mayoría de las personas no saben en qué consiste ni tampoco tienen claros los beneficios que algo así podría traer a sus vidas y la de sus hijos.

La idea de este artículo es aclarar algunas de estas dudas y puntualizar los beneficios que tiene incluir esta disciplina en nuestras vidas.


Hace unas décadas meditar era como de hippie o New Age, pero ahora cada vez más personas han podido experimentar los beneficios de la meditación. 

Con el tiempo se ha roto el mito de que meditar era automáticamente ser budista o de cualquier otra religión de oriente y de ahí gran parte del éxito de mindfulness que ha logrado hacer esta distinción.


¿Cómo surge Mindfulness?

A finales de los 70´s y 80´s el norteamericano Jon Kabat-Zinn, biólogo molecular, empezó a implementar distintas técnicas de meditación en distintos ambientes y poblaciones  notando grandes beneficios. Estas prácticas contemplativas son de carácter secular, lo que implica que no forman parte de ninguna religión y se caracterizan por ser prácticas contemplativas de corta duración que promueven el entrenamiento de la mente.


Las prácticas contemplativas de mindfulness se enfocan en entrenar nuestra mente para poder dirigir nuestra atención de forma deliberada a nuestras sensaciones corporales, emociones y pensamientos que ocurren en el presente. De esta forma, podemos atender únicamente lo que está ocurriendo AHORA, terminando con el ruido mental y sufrimiento que provoca vivir atrapado en arrepentimientos, culpas o enojos del pasado o en el nerviosismo y preocupaciones del futuro. 

Jon Kabat-Zinn rescata de las filosofías orientales que lo único importante es el AQUI y el AHORA, es lo único real. Lo demás es una creación mental. 


Al enfocar nuestra atención a lo que está experimentando nuestro cuerpo o a lo que estamos sintiendo anclamos nuestra atención, lo que nos permite tener un momento “no-mente” como dice Eckhart Tolle. En esos momentos logramos dejar de pensar para poder observar sin juicio lo que realmente esta ocurriendo dentro de nosotros.


Jon Kabat-Zinn empezó a implementar estas prácticas contemplativas en hospitales, ambientes carcelarios y otras poblaciones que enfrentaban estrés elevado en EU y empezó a ver resultados asombrosos en la recuperación de diferentes pacientes, en el aumento de su sistema inmunológico y una gran reducción en el estrés que experimentaban los participantes (su programa Mindful Based Stress Reduction con siglas MBSR).


Con el desarrollo de las neurociencias y el desarrollo tecnológico se avanzó mucho en el estudio del cerebro y en los efectos de las prácticas contemplativas en el mismo. Los estudios han continuado hasta el día de hoy, y hay infinidad de literatura del tema. Desde los más populares como Deepak Chopra que se enfoca en la parte científica como también el reciente libro de Daniel Goleman “Altered Traits”, u otros como Eckhart Tolle que se enfocan en utilizar la atención en el AHORA como una herramienta fundamental para profundizar en nuestro desarrollo personal y vida espiritual (desarrolla el tema en su bestseller “El Poder del Ahora”).


Lo real es que hoy está científicamente comprobado que mantener una práctica de meditación desencadena una serie de procesos neurológicos que transforman de una manera positiva nuestro cerebro. Lo que se traduce en mayores habilidades para resolver conflictos, mayor autorregulación, reducción de estrés, mayor capacidad de concentración, mayor descanso al dormir, entre otras cosas.

Practicar mindfulness tiene beneficios físicos, sicológicos y neurológicos comprobados que proporcionan un gran bienestar.

La práctica de atención plena nos ayuda a detenernos para hacer una pausa y poder escuchar nuestro mundo interior, lo que promueve un cerebro más integrado como comenta  Dan Siegel en su libro “El cerebro del Niño”. Un cerebro más integrado se traduce en un cerebro con mayores y mejores conexiones neuronales, más eficiente en todos sentidos. 


¿Por qué mindfulness para niños?

Antes se creía que después de cierta edad nuestro cerebro se mantenía prácticamente igual, sin embargo, hoy sabemos que nuestro cerebro tiene la gran capacidad de modificarse continuamente (neuroplasticidad). Lo importante es entender que son nuestras experiencias, pensamientos y emociones los “responsables” de estas continuas modificaciones. Ahí recae la importancia de saber cuáles son esos pensamientos y emociones que están modificando nuestro cerebro todos los días.


Cuando nos damos el tiempo de conocer nuestro mundo interior (Dan Siegel lo llama mindsight) podemos darle nombre a las emociones, reconocer como se sienten en nuestro cuerpo e identificar las reacciones fisiológicas que se activan, esto nos ayuda a desarrollar la capacidad de irlas regulando como se nos presentan. Es así como pasamos de una vida que es manejada por nuestro piloto automático lleno de reacciones muchas veces inconsciente e inapropiadas, y pasamos a una vida donde podemos elegir como responder a las distintas circunstancias.


Al introducir a los niños en la práctica de mindfulness en realidad los estamos involucrando en un programa de habilidades socioemocionales que va habilitando en su cerebro miles de nuevas conexiones que estarán listas para usarse de una manera positiva en cuanto su madurez se los vaya permitiendo.

Les estamos enseñando que las emociones son pasajeras y que ellos no son “víctimas” sino que sus emociones pueden ser sorteadas y manejadas de diferentes maneras para que estas no determinen su vida.


Practicar mindfulness promueve, tanto en niños como adultos, la alfabetización emocional, la autorregulación, promueve la relajación, fomenta valores como la compasión la gratitud y la empatía, ayuda a dormir mejor y a reducir el estrés, aumenta nuestra capacidad de concentración, mejora el sistema inmunológico y nos ayuda a desarrollar habilidades para resolver conflictos o situaciones difíciles.


Enseñarles mindfulness a nuestros hijos es regalarles una herramienta valiosísima para la vida. Es una habilidad que los beneficiará en el ámbito personal, escolar, los ayudará en sus relaciones interpersonales, más adelante les servirá en su vida laboral, etc. Aprenderán a accesar a esa sabiduría que vive dentro de ellos para lograr un genuino autoconocimiento que les ayudará a elegir en las distintas etapas de su desarrollo.


Practicar mindfulness tiene tantos beneficios que a veces es difícil poderlo explicar en tan pocas líneas pero creo que he logrado dar una idea del impacto que puede tener en la vida de cualquier persona. 

Mi recomendación sería que si te interesa involucrar a tus hijos en este tipo de prácticas también inicies tú. Esto algo que se puede enseñar desde la experiencia personal, es un proceso vivencial donde en medida de que tú experimentes todos los beneficios y practiques podrás ir cultivando en ti y en ellos una mayor consciencia y los podrás ir acompañando en su propio proceso.


por


PAOLA PÉREZ HUME

       Mindful Life


Contacto: 

Instagram : @pphume.midulllife


Comentarios